Gélida, como una roca de acero y mal...
Se escardó, tras pasar por el umbral,
No se hundió, entre témpano y sal.
Dar con la cabeza en la pared
La ansiedad, que le atormenta
Gélida, como una roca de acero y mal.
Despreció cualquie rdon hallado en él,
Nunca fue para el paladar la miel.
Rios de odio y mares de rencor
En una eternidad manchada de dolor.
Cumplir condena por un lamentable error
Que no tendrá final hasta acabar con los dos.
La ansiedad, qeu le atormenta
Gélida, como una roca de acero y mal.
Corromper la vida sin saber
La herencia de los dos... ¡De los dos!