Siempre busca una corona,
Y ser un semidiós ambiciona.
No te ofusques que los enemigos
Hablar de los demás se entonan,
Muchos nombres en sus bocas
Como fucking chambelonas.
Que en las mentes se amontonan.
Y mañana en un taxi como Arjona.
El ego te empuja hacia un vacío,
Que sentirte más que los demás,
Es que se está volviendo frio
El ego te aparta, te irrita, te aplasta,
Te ordena, te frena, las lágrimas te gasta.
Con un gesto basta, el amor se desbasta,
Todo es hasta, que con su odio ciego
Hacia la frustración te arrastra.
Que pueden meterte en un enredo.
Donde escondemos nuestros miedos,
Y una espina en cada dedo.
Mientras vas contando fajos.
Y los vampiros de hoy en día
Andan con cruces y comen ajos.
Hasta el día que vas pa’ bajo,
Y todos esos pensamientos entonces
Él no debe controlar tu juego.
Reduce la velocidad, respira
Y coge contrario al fuego,
No te defiendas de la gente
Él no debe controlar tu juego.
Reduce la velocidad, respira
Y coge contrario al fuego,
No te defiendas de la gente
Que siempre necesitas más,
Y capaz de juzgar a otros
Sin tú mismo estar en paz.
Si quieres salir adelante
Tienes que dejarlo atrás.
De tus logros, de ti mismo.
Entre la alegría y tu ser
Él va abriendo un gran abismo.
Te hace ver que eres el epicentro,
Mientras la bondad triste,
Se te está muriendo dentro.
Es muy difícil controlarlo,
Y cuando te está haciendo daño
Tengo pruebas reales desde mi
Y no todo es lo que se compre.
Verdadero enemigo de los hombres,
Los pone a buscarse un nombre.
Ante lo que no se entiende
Se responde con violencia.
La vida pierde el sentido,
Se ha vuelto una competencia
Si quien tiene más moral,
Más plata o más inteligencia.
Es que todo va cambiando,
Y al otro estamos limpiando.
Con la que mirabas antes,
En la guantera del carro en el instante.
Los problemas se resuelven
Si en las escuelas el cariño
En vez de contar los muertos,
Él no debe controlar tu juego.
Reduce la velocidad, respira
Y coge contrario al fuego,
No te defiendas de la gente
Él no debe controlar tu juego.
Reduce la velocidad, respira
Y coge contrario al fuego,
No te defiendas de la gente