Hace tanto que no me besas tú
Que la hiedra ya crece en mi piel
Nuestra cama parece un ataúd
Porque la pasión se murió de sed
Y al espejo yo le pregunto qué hacer
Y me dice que a la cama yo le tengo de creer
El invierno en mi vientre
Por la noche tu cuerpo acaricie
Y te molesto que te desperté
Me salí al balcón para respirar
Y la libertad me mandó llamar
Y mañana que tú despiertes, yo no estaré
Y en tus sabanas, con mis lágrimas, este adiós escribiré
El invierno en mi vientre
Se esfumó lo que era tan intenso
Pero sé que no ha vuelto nunca más
Tal vez nunca sabrás lo que yo sentí
Ni porque me fui y es mejor así.