Ay, qué recuerdo tan negro
Era el cuerpo de mi padre
Que tenía una soga al cuello
Lo habían colgado el domingo
De las ramas de aquel cedro
Pero arrastraba una espuela
Después de todo, las leyes
Sus hijos no tienen culpa
Pero eso no viene al caso
Si usted no llega a las doce
Tal vez no vuelva a mirarlos
Lo arrastraré en mi caballo
De las ramas de aquel cedro
La muerte andaba a caballo
A un juez de letras colgó"